
Queridos papá y mamá:
Hoy quiero contaros que hay algunas personas que estudian nuestro cerebro y que os ayudan con ideas para que seáis los mejores padres que puedo tener. Os quiero hablar de un libro que os puede ayudar a conocer mi mente en desarrollo y como podéis fomentar mi capacidad de regular mis emociones. De esta manera cada día puede convertirse en una auténtica experiencia para desarrollar mis capacidades, me ayudéis a regular mis emociones, mis comportamientos… Para que cuando crezca pueda hacerlo por mi mism@
El título del libro es “El cerebro del niño”, escrito por el doctor Daniel J. Siegel y a psicoterapeuta Tina Payne Bryson. Seguro que os resulta interesante saber que pasa en mi cerebro y algunos trucos. Algunas situaciones que cuentan nos han pasado también a nosotros, ¿te acuerdas cuando me caí el otro día y lloraba y lloraba?
- La integración del cerebro, algo así como “unir distintos elementos para crear un todo que funcione debidamente”.
Que mi cerebro funcione integrado, coordinando y equilibrando las diferentes regiones del cerebro (¡¡¡y del resto de mi cuerpo también!!!) Hará que supere mis emociones, esté menos confus@ y no actúe de forma caótica.
Cada experiencia que vivamos juntos y en la que me ayudas a integrar estas experiencias y aprendizajes, va a hacer que mi cerebro, tenga una estructura física diferente, y tenga caminitos de neuronas que me ayudan a hacerlo cada vez mejor , ¿recorremos más veces este caminito para que no se me olvide y quede bien señalizado?
Recuerda que soy un niñ@, que mi cerebro está en desarrollo, y aún no ha tenido tiempo de aprender a integrarse. Papá, mamá ¿tu cerebro lo ha conseguido ya?
Daniel Siegel dice que para que estemos sanos mentalmente es algo así como “permanecer en un Río de de bienestar”, en que navegamos de forma flexible y nos adaptamos a cada situación nueva, estando estable y en paz.
Pero si navegamos cerca de las orillas no generará problemas para navegar.
Una orilla es el CAOS, y allí no controlamos lo que nos ocurre, “allí te ves atrapado por la fuerza de embravecidos rápidos, y eres presa de la confusión y la agitación”.
La otra orilla es la RIGIDEZ, y allí imponemos control a todo y a todos, no nos adaptamos, ni transigimos ni negociamos. En este lado del río “huele a agua estancada, y los juncos y las ramas de los árboles impiden que avancemos apaciblemente por el río del bienestar”.
Papá, mamá, ¿navegamos juntos por el río del bienestar, sin acercarnos demasiado a las orillas? Qué viaje más bonito ¿verdad?
- Cómo ayudar al hemisferio izquierdo (faceta lógica) y al hemisferio derecho (faceta emocional) a trabajar conjuntamente, para que estén integrados horizontalmente.
Vamos a aprender un poco de cerebros familia….
Hemisferio izquierdo: Lógico, Lingüístico, Literal y Lineal. Le encantan las palabras con “ELE”, le encanta las LISTAS.
Hemisferio derecho: sensaciones viscerales y sentimientos del corazón. Es holístico y no verbal. Está influido por el cuerpo y las zonas inferiores del cerebro que le permiten recibir e interpretar la información emocional.
Papá, mamá, recuerdas cuando nací… sobretodo sentía sensaciones viscerales y sentimientos… Los niños pequeños somos puro sentir!!! Pero también quiero aprender a entender!!!
¿Combinamos los dos hemisferios?
Papá, mamá, Conectad y sintonizad con el lado derecho, ¡¡ME ENCANTA SENTIRME SENTIDO!!! No juzguéis mis sentimientos (ni mi miedo, ni mi tristeza, ni mi enfado, ni mi alegría…), sólo mírame a los ojos, con cariño, usa las caricias, no pongas cara de enfado, sino de que me entiendes, háblame con cariño y escúchame sin juzgarme ni interrumpirme.
Papá, mamá, Redirigidme con el lado izquierdo del cerebro. Ahora que estoy más calmad@, puedo escuchar una explicación lógica, un plan, una alternativa… Y puedo empezar a tolerar los diferentes estados emocionales, aunque esté frustrad@.
Seguro que si sigues leyendo el libro encuentras más formas de combinar los dos hemisferios.
«Ahora que ya sabes más cosas sobre los lados derecho e izquiero del cerebro, piensa en tu propia integración. Cando ejerces de padre o madre, ¿predomina demasiado tu cerebro derecho?¿Te dejas llevar a menudo por los aluviones emocionales, ahogando a tus hijos con tu propio caos y tus miedos? ¿O tal vez tiendes a vivir en el desierto emocinal del cerebro izquierdo, por lo que reaccionas con rigidez y te cuesta interpretar y responder a las emociones y necesidades de tus hijos?»
D.Siegel y T. Payne
- Cómo ayudar a conectar el cerebro superior (más reflexivo) y el cerebro inferior (más instintivo), para que estén integrados verticalmente.
Seguimos aprendiendo del cerebro familia….
“Imaginemos que nuestro cerebro es una casa, con una planta inferior y otra superior. La planta baja incluye el tronco cerebral y el sistema límbico […] desde lo alto del cuello hasta aproximadamente el caballete de la nariz. […] estas zonas inferiores son más primitivas porque se ocupan de funciones básicas (como la respiración y el parpadeo), de reacciones innatas e impulsos (como la lucha y la huida) y de las emociones fuertes (como la ira y el miedo). […] ES como la planta baja de una casa, donde se satisfacen muchas necesidades básicas de la familia. Ahí casi siempre hay una cocina, un comedor, un cuarto de baño, etcétera. Las necesidades básicas quedan cubiertas en la planta inferior.
El cerebro superior es muy distinto. Se compone de la corteza cerebra y sus distintas partes, destacando las situadas justo detrás de la frente, […] la corteza prefrontal media. […] está más evolucionado y puede ofrecernos una perspectiva más amplia del mundo. […] un estudio o una biblioteca en la planta superoro, llenos de luz, con muchas ventanas y claraboyas que nos permiten ver las cosas con mayor claridad. Aquí tienen lugar los procesos mentales más intrincados, como el pensamiento, la imaginación y la planificación. “
Papá, mamá, recuerda que mi cerebro superior no es como el tuyo, el mío está en construcción, por eso muchas veces me quedo atrapado en la parte de debajo de mi cerebro. Y mi amígdala me hace actuar antes de pensar y hace que tenga rabietas, sobretodo cuando tengo entre 2 y 5 años (¡¡¡igual que a vosotros muchas veces!!! Y eso que vuestra planta de arriba si está terminada, ¿no?)
Si quieres saber como utilizar la escalera para subir al piso de arriba, puedes seguir leyendo el libro.
- Cómo ayudarme a afrontar momentos dolorosos, comprendiéndome de forma consciente y delicada. Ya sabes, me gusta mucho, sentirme sentido como dice este doctor.
Narrar y recordar los acontecimientos difíciles ayuda a integrar la experiencia y superar esos sentimientos que no me gustan nada.
Pregúntame con preguntas abiertas ¿cómo me ha ido el día? ¿Qué fue lo mejor? ¿Qué fue lo peor? Pero por favor…. No me hagas un interrogatorio… me gusta más dialogar con vosotros… ¿cuéntame algo de tu día papá? ¿Qué te gustaba cuando eras pequeña mamá?
¿Jugamos a la rueda de la conciencia?
- Cómo conocer juntos la felicidad y la satisfacción cuando estamos conectados con los demás y con migo mism@.
Así seré un niño de cerebro pleno y seré capaz de integrarme a mi mismo.
Al final del libro puedes encontrar una tabla, con edades y etapas, que resume cómo aplicar todo.
¡¡¡Espero que esto que hemos aprendido hoy juntos nos ayude a crecer más felices en familia!!!
De paso os dejo esta hoja para la nevera que Daniel y Tina nos dejan al final del libro.
«[…]incluso los momentos dificiles que vivas con tus hijos, incluso los errores que cometas en tu papel de padre o madre, como opotunidades para ayudar a tus hijos a crecer, a aprender y a desarrollarse para convertirse en personas felices y sanas y ser plenamente elllos mismos. en lugar de hacer caso omiso a sus emocines intensas o distraerlos de sus conflictos, puedes cultivar todo su cerebro, acompañánadolos en estos retos, estando presentes y reforzando así el vínculo con ellos y ayudándolos aa sentirse vistos, escuchados y queridos.»
D. Siegel y T Payne